Tras los primeros fríos de noviembre, cuando la planta está en las condiciones óptimas, empieza el proceso de arranque.
Después del arranque, se limpia y selecciona el material en el almacén. Más tarde, se comprueba la unión del injerto y se parafinan, desinfectan e hidratan las plantas para guardarlas en cámaras frigoríficas a temperatura y humedad adecuadas. Por último, se procede a la preparación de las plantas para su envío.