La variedad de uva merlot es una de las más cultivadas del mundo. Tenemos en la península ibérica alrededor de medio millón de hectáreas destinadas a la elaboración de vinos tintos y esta es una de las variedades más populares, (no tanto como la tempranillo o la garnacha, pero sí al nivel de la cabernet sauvignon, con la que comparte origen en la región francesa de Burdeos, al suroeste del país).

Características morfológicas de la variedad de uva merlot

Las cepas de esta variedad dan racimos de medio tamaño, cónicos, sueltos y alargados. Las bayas son uniformes, de color azulado negruzco (de ahí el nombre de merlot, derivado de “mirlo” en el dialecto bordelés, por el plumaje oscuro de esta ave), de forma esférica o poco elongada, de piel gruesa y pulpa no pigmentada, consistente y jugosa.

Características agronómicas

La variedad de viña merlot se adapta a distintos tipos de suelos, pero prefiere los argílico-calcáreos. Le benefician los climas frescos y está poco adaptada a la sequía. El desborre es temprano, lo que la hace sensible a las heladas primaverales. La maduración es de temprana a media, poco después de la tempranillo. Es bastante sensible al mildiu y a los cicadélidos y resistente al oídio y a las enfermedades de la madera.

Características enológicas

Produce vinos varietales de coloración intensa, redondos, con cuerpo, con moderada carga alcohólica, aromas afrutados y relativamente poca acidez. Son vinos que no necesitan mucho tiempo de crianza, se suelen consumir como tintos jóvenes y son fáciles de beber. Habitualmente se mezclan con vinos de cabernet sauvignon para aportar ligereza.

La variedad de uva merlot, de origen francés, posee muy buenas cualidades, tanto en cultivo como en la elaboración de vinos agradables y afrutados, y por ello se ha convertido en una uva muy extendida por todo el mundo, también en nuestro país.